¿Qué tan necesario es el tónico en la rutina facial?
El tónico elimina cualquier rastro de limpiador y refresca la piel, al tiempo que restablece su pH natural. Es necesario para mantener la piel hidratada y aporta la dosis justa de antioxidantes para protegerla. Proporciona luminosidad, suavidad y vitalidad.
¿Cuándo debemos sí o sí incluirlo?
Debemos incluir el tónico en nuestra rutina facial, si vivimos en cualquier zona en la que, el agua, aunque sea apta para beber directamente del grifo, tenga demasiadas sustancias minerales y no sea de buena calidad. Si nuestro organismo no la asimila bien, la piel tampoco lo hará.
En estos casos deberíamos utilizar tónicos equilibrantes que eliminen esas sustancias y ejerzan sobre nuestra piel un tratamiento que ayude también a optimizar los productos que apliquemos posteriormente.
Además, la limpieza, por muy delicada que sea, siempre supone un estrés a la piel, así que añadir un tónico a tu rutina es como decirle a tu piel, te he tratado mal pero ahora te doy una recompensa en forma de tónico calmante, hidratante, revitalizante…
¿Cuál usar?
Dependerá siempre de nuestro tipo de piel. En una piel sensible debemos evitar tónicos con alcohol o alfahidroxiácidos (AHA) en alta concentración. Sin embargo, estos ingredientes pueden ir bien en una piel grasa o con tendencia acneica.